domingo, 25 de febrero de 2007

Cambio Climático: el Desafío

El cambio climático es el problema ambiental más grave y de mayor amenaza para el equilibrio ecológico. Sus impactos más inmediatos los estamos viviendo en los extremosos y variables climas que azotan todas las regiones del planeta, que han despertado la alerta de científicos, gobiernos y de la sociedad civil.

Se sabe que el uso excesivo de combustibles fósiles (como el petróleo, el gas y el carbón), la tala desmedida de bosques y algunas prácticas agrícolas, son responsables de la mayor emisión al ambiente de bióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto de invernadero, que provocan el llamado cambio climático.

Grandes urbes como el DF ya experimentan cierta vulnerabilidad por los efectos del cambio climático, sobre todo con los aumentos en las temperaturas, las precipitaciones pluviales, ondas de calor en primavera y sequedad en el verano.

Para el Gobierno del DF la atención de esta vulnerabilidad significa un importante de adecuación de políticas ambientales, de transporte y de desarrollo urbano. Aunque somos una de las únicas ciudades del mundo que tienen una estrategia local de acción climática para reducir la emisión de gases de invernadero y contribuir a detener calentamiento global, su implementación es urgente, pero compleja.

Actualmente se trabaja en el Plan de Acción Climática de la Ciudad de México para aterrizar acciones como la captura de metano en rellenos sanitarios, la utilización de combustibles alternativos en las nuevas líneas del Metrobús, incentivos para la renovación del parque vehicular, proyectos de uso eficiente del agua, eficiencia energética y reforestaciones masivas, entre otras importantes iniciativas. Sin embargo, también resulta necesario que la población conozca y aplique algunas medidas preventivas para mitigar la vulnerabilidad humana ante los climas extremos, ya sea por altas temperaturas, mayores precipitaciones o aumento de la sequedad.

Un caso en concreto lo representa esta temporada de primavera, en donde se esperan ondas de calor por las altas temperaturas, acentuadas por el efecto 'de isla de calor' urbana, que puede derivar en enfermedades en niños y personas de la tercera edad; deshidratación y problemas en la población en general por alimentos mal conservados o el incremento de enfermedades tropicales o derivadas de plagas asociadas a la basura.

También, por la mayor radiación solar puede aumentar la concentración de ozono y la presencia de un mayor número de partículas suspendidas. Asimismo, la reducción de cuerpos de agua y disminución de infiltración en acuíferos por la evaporación prematura del agua de lluvia; escasez de agua en el suelo de conservación y el incremento de material seco susceptible de potenciar incendios forestales.

Por ello resulta importante que la población se acerque a sus centros de salud para obtener la información y para prevenir la deshidratación o cualquier enfermedad derivada de los calores extremos.

Pero también se requiere una participación activa de los ciudadanos para hacer eficiente el uso del automóvil, de la energía, del agua y en general para proteger nuestros recursos naturales.

El cambio climático significa un desafío que sin duda requiere del esfuerzo coordinado de todos los sectores de la sociedad.


Secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal.

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